Estamos sólo a un paso del Cielo y nunca sobran estrellas: ¡Feliz 2024! - Loredana Vitale
Sigo pensando que, tenemos toda la luz del cosmos para brillar dentro de nosotros; sigo creyendo que no hay límites, que somos infinitos y que “encender nuestras estrellas” y mantener vivos nuestros sueños y, en nuestras posibilidades, los sueños de otros, es una gran misión de vida a perseguir. Concluyo, este amplio preámbulo, deseando a todas las personas de bien, que en 2024 no tengan miedo a brillar, que saquen fuerza de sus puntos firmes, mientras expanden su luz para convertirse en la mejor y más luminosa versión de sí mismos. Estamos sólo a un paso del Cielo y nunca sobran estrellas, ni aquí en la Tierra ni arriba en el Universo. ¡Feliz 2024!
cielo, estrellas, semilla cósmica, feliz 2024, feliz año nuevo, tierra, bagaje, sueños, brillar, cosmos
350276
post-template-default,single,single-post,postid-350276,single-format-standard,eltd-cpt-2.2,gllr_moose,ajax_fade,page_not_loaded,,moose child-child-ver-1.0.0,moose-ver-3.4, vertical_menu_with_scroll,smooth_scroll,blog_installed,wpb-js-composer js-comp-ver-6.4.1,vc_responsive

Estamos sólo a un paso del Cielo y nunca sobran estrellas: ¡Feliz 2024!

Hace días leía en IG que el día 31 de diciembre cae en domingo y que, en esa fecha acaba el año, el mes, la semana, … todo al mismo tiempo. De esa forma, simbólicamente, el 2024 comienza más que nunca desde cero. Un nuevo lienzo.
Yo, sin embargo, soy una de aquellas personas que nunca se desprende de su bagaje, que aprende de cada minuto y que piensa que su lienzo, sin el colorido de las pinceladas de las experiencias vividas, sin lo aprendido de las personas significativas, del 2023 y de los años anteriores, no podría pintar el cuadro del nuevo año.
Cada paso anterior ha enriquecido mi mirar, aporta matices a mis próximas pinceladas.

Quien me conoce bien sabe que soy persona con hondura, de valores profundos, que vive y ama con intensidad, anclada a sus raíces y a la vez, transitando la realidad, a veces cruda, mientras se proyecta y sueña. Y sí, sueño y trabajo, desde mis Raíces hasta el Cielo. De ahí quizás el motivo por el cual amo tanto las estrellas mientras llevo una vida en apariencia asentada.
Al igual que un árbol que cada día saca nutrientes del terreno para expandir sus ramas y se fundan con el azul de la inmensidad, yo me nutro desde mis certezas y me abro a lo inexplorado. He oído un monje shaolin decir que las personas estamos entre la Tierra y el Cielo, somos esa pieza, esa conexión, y así me siento: una semilla cósmica en la tierra que lleva el brillo del universo en su corazón.

Sigo pensando que, tenemos toda la luz del cosmos para brillar dentro de nosotros; sigo creyendo que no hay límites, que somos infinitos y que “encender nuestras estrellas” y mantener vivos nuestros sueños y, en nuestras posibilidades, los sueños de otros, es una gran misión de vida a perseguir.

Concluyo, este amplio preámbulo, deseando a todas las personas de bien, que en 2024 no tengan miedo a brillar, que saquen fuerza de sus puntos firmes, mientras expanden su luz para convertirse en la mejor y más luminosa versión de sí mismos.

Estamos sólo a un paso del Cielo y nunca sobran estrellas, ni aquí en la Tierra ni arriba en el Universo.

¡Feliz 2024!

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.