Caro Papá, un año después - Loredana Vitale
Texto en recuerdo de mi padre, su ausencia y lo que le extrañamos. Fuck Cancer.
Papá, Recuerdo, fuck cancer, fallecimiento, anniversario
350130
post-template-default,single,single-post,postid-350130,single-format-standard,eltd-cpt-2.2,gllr_moose,ajax_fade,page_not_loaded,,moose child-child-ver-1.0.0,moose-ver-3.4, vertical_menu_with_scroll,smooth_scroll,blog_installed,wpb-js-composer js-comp-ver-6.4.1,vc_responsive

Caro Papá, un año después

Caro Papá,

Con esta publicación, y la foto que publiqué hace un año en ocasión de tu partida, cierro mi particular homenaje virtual para ti, homenaje que me ha visto, el día 12 de cada mes, publicar un post en tu recuerdo.

Ha pasado ya un año desde que te marchaste Papá. Me siento desgarrar aún el pecho cuando recuerdo ese noviembre de 2020 y lo vivo con la misma intensidad o más, porque ahora ya no estoy invadida por la incredulidad y el halo de irrealidad en el que estuve sumergida esos días. Tengo vividos 12 meses de tu ausencia y pesan mucho. Meses en los que te hemos recordado cada día y llorado más si cabe. Ha sido muy difícil Papá, para qué nos vamos a engañar, especialmente para “Mamma”, el amor de tu vida. Su rostro amoroso ha estado tan transfigurado por el dolor que, muchos días, he tenido dificultades para reconocerla detrás de esa triste mirada apagada y la total ausencia de su dulce sonrisa.

Ha transitado por una oscuridad tan honda que pensaba que no saldría nunca de allí. Tranquilo Papá, Mamma es fuerte y nosotros estamos a su lado. Ahora esboza alguna sonrisa y es un gran paso adelante. Todos me decían que al año las cosas van mejor, se cierra un ciclo.

A ver…

Mándale buena vibra y de paso a los demás que te añoramos también. Danos la fuerza de vivir con valentía esto.

Si algo tengo claro de estos meses es lo tanto que te hemos necesitado. Lo tantísimo que te hemos extrañado y la certeza de que te extrañaremos toda la vida. Porque, si bien es cierto que se aprende a vivir con una ausencia, incluso de este calibre, el dolor sólo se adormece, no desaparece… nunca. Convives con él, simplemente.

Ese sentimiento de orfandad que me invadió al perderte, no se me ha borrado más. Es una sensación de soledad que no colma ninguna presencia. Una sensación de desamparo que ninguna seguridad contrarresta o redimensiona. Es casi tener la certeza de que ningún otro ser humano me amará como tú lo has hecho. Nadie me protegerá y velará por mí como tú.

Es curioso como nunca dejas de ser “la niña de los ojos de Papá” incluso en edad madura y siendo madre. Sigo siendo “la tua bambina” cada vez que te recuerdo. Casi me parece escuchar mi misma voz de niña llamarte:»Papiii».

También tengo claro que me has dejado sólo en este plano terrenal, pero que sigues de una forma u otra a mi lado. Será porque te pienso tan intensamente que, tengo la sensación de tenerte a mi lado.

Son tantas las cosas que me has enseñado como ser humano, y tanto es el amor que me has brindado Papá que, es imposible que esto desaparezca de mi vida.

Es tu legado, yo soy tu legado.

Quizás, es justamente en tu ausencia cuando encuentro muchas más similitudes entre tú y yo, cuando más me doy cuenta de todo lo que me has enseñado, especialmente la capacidad de afrontar las adversidades y las dificultades que te pone delante la vida.

Me reconozco en tu energía, en tu fuerza indómita, en esa valentía y valores inquebrantables. Esa honestidad innegociable. Gracias Papá, porque hoy son mi pilar y mi centro de gravedad.

Me reafirmo en la admiración hacia ti Papá, a pesar de que, como todo ser humano distaras de ser perfecto. Aún así, me lleno de orgullo y de amor en tu recuerdo. Este año no ha fisurado de ninguna manera estos sentimientos hacia ti. Al contrario, los ha enaltecido más.

Querido cascarrabias, nos haces mucha falta. Esta familia no es la misma sin ti, aún así, siéntete orgulloso de ella Papá, de lo que has construido. De tu huella en nosotros y en todos los que te hemos querido bien.

Qué te voy a contar Papá, he agotado la caja de pañuelos sólo al empezar a escribir esto. Debe de ser lo más parecido a una catarsis, a una purga de sentimientos que, en el día a día anestesiamos, porque otra cosa sería totalmente insalubre para cualquiera.

Esto de vivir sin ti es una verdadera putada Papá, así de claro te lo digo. Casi me parece oírte mientras me riñes por usar términos que no considerabas adecuados para una “Signorina per bene”.

Lo siento Papá, no se me ocurre otro término la verdad para describir tu ausencia y ya sabes, que «la niña de tus ojos» es tan «genio y figura» cuanto tú.

Caro Papá, ti amo, mi manchi e sempre mi mancherai.

La tua “Loruccia”.

 

 

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.